Parece que es una palabra que está de moda, sin embargo no siempre queda claro qué es exactamente el hipnoparto. O al menos, es una pregunta que me llega a menudo.
Hipnoparto, o hypnobirthing, es el nombre que adquiere el conjunto de herramientas (entre las cuales está la hipnósis, pero hay más) que aplicadas al embarazo y parto y nacimiento, favorecen un cambio en la mirada sobre el proceso y un cambio en la mentalidad, que ayuda a las mujeres y sus familias a vivir su embarazo desde la calma, a navegar su parto y nacimiento, desde el conocimiento, la seguridad y la confianza.
¿Cómo surgió el hipnoparto?
Pues, la primera persona en poner estas herramientas juntas y aplicadas al parto y nacimiento, bajo el nombre hypnobirthing fue Michelle Leclaire O’Neill en 1987. Poco después, Marie Mongan fue quien lo popularizó con su libro «HypnoBirthing» en 1992.
Así que de novedoso no tiene mucho 😉 Sin embargo, en los paises de habla hispana es algo que recién está empezando a conocerse.
Pero vaya, que yo venía a contarte cuáles son los dos objetivos principales del hipnoparto:
- Ayudarte a reemplazar, reescribir o resignificar las ideas, creencias negativas o miedos que puedas tener sobre el parto y nacimiento. Sin miedos preconcebidos y con una mentalidad positiva, es más sencillo que «permitas» a tu cuerpo hacer lo que tiene que hacer, sin interferir en la fisiología del proceso. Por eso, una de las cosas en las que profundizarás es en la conexión cuerpo-mente.
- Tener herramientas para devolverte a la calma y conexión. Y es que el parto es impredecible. Es humano, es fisiológico. Por eso, puede tomar diferentes formas y caminos, pero tú, siempre podrás devolverte a este estado de calma, que te permite seguir facilitando el parto y, sobre todo, vivir tu experiencia desde la tranquilidad y seguridad, lo que tiene un impacto directo en una mejora de la satisfacción.
Y a raiz de esto… los «efectos secundarios» (beneficiosos por supuesto) son muchos. ¿Se te ocurren cuales?